domingo, 18 de diciembre de 2011

No a las hojas verdes del nobel Varguitas

Es cierto que la civilización de Occidente encuentra facilmente drogas luego de que se legalizara en toda Europa y Holanda ( Amsterdam) que es el mayor ejemplo. También es indispensable saber que en países de Europa se tolera espacios y tiendas para vender una determinada cantidad de esta sustancia a jóvenes y adultos que desean satisfacer esta necesidad banal. Sin embargo, qué pasa si se quiere implantar esta política del consumo de drogas legalizada en un Perú como el que tenemos. Cómo reaccionar si un personaje "emblemático" como Mario Vargas Llosa esté a favor de esta norma, que en práctica, ha generado distorsión social y consumismo, llegando a la adicción, con el único fin de conseguir un poco de este polvo blanco.

No se puede implantar esta norma porque generaría distorción social en nuestro país, ya que el exceso de consumo de drogas genera conflictos sociales como maltrato familiar por parte de los padres, violencia y angustia por los efectos que este causa. También, que nuestro país no ha logrado una formación adecuada en la difusión de estos insumos ya que la educación se encuentra en una decadencia que impide la información básica de las consecuencias del consumo de drogas. Entonces, legalizarla sería crear un caos mayor ya que sería más común ver estos problemas de distorción social y sobretodo en las familias.

No se puede legalizar las drogas porque se corre el riesgo de que aumente la taza de jóvenes que recurran a esta nueva adicción legal. En las universidades,según encuesta de CEDRO, el consumo es casi un 70% que la probó alguna vez. Entonces, no tener el temor a adquirir estas sustancias generaría el aumento en casi un 90% en los universitarios.

No se puede legalizar las drogas, como Vargas Llosa anhela porque no se sabría quién sería el responsable de venderla y cómo procesarla. Sí las drogas, ilegalmente tiene sustancias tóxicas, al legalizarlas generaría una demanda que muchas personas aprovecharian en vender como sea y con lo que sea, ya que no tiene prohibido ni veto consumirlas en lugares y supuestos establecimientos permitidos. Por el contrario, a lo que Vargas Llosa pide, un 91.8 % de la población en general, según encuesta de CEDRO, no está deacuerdo en que se legalice las drogas.No es necesario preguntarles por qué ya que las consecuencias son más que evidentes.

El afan del liberalismo hace que Vargas Llosa apoye la legalización de las drogas, pero olvida que la mayor parte de Occidente sufre consecuencias por permitir esta norma. Esas consecuencias no ocurren en Perú, como la excesiva violencia de hay en las familias. Será que hay intereses de por medio para que Varguita pida esta pronta legalización? No lo sabemos. Pero de lo que si estamos seguros, es que corremos un grave riesgo de distorcionar nuestra sociedad, mucho más de la que ya se encuentra.Amén.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Conga y el baile de los que sobran



Cajamarca será recordada como el punto de partida en los enfrentamientos por la defensa del agua y la minería ya que el conflicto minero en afán de concretar el proyecto Conga puso entre la espada y la pared a Ollanta Humala, quién prometió en su candidatura la defensa del agua. Sin embargo, hoy la historia es distinta.

¿Entonces, estamos en el fin de la luna de miel o tregua entre Ollanta Humala y la población que lo eligió? Al parecer, sí. Además de expresar, su apoyo a la ejecución del proyecto minero Conga, sucursal de Yanacocha, también puso en agenda denunciar a los responsables de los movimientos, marchas y protestas en rechazo a su ejecución. Uno de los enjuiciados es Gregorio Santos, presidente regional de Cajamarca.

Cuando era candidato, Ollanta Humala, dijo que sería muy estricto y cauteloso al tocar los temas sobre las concesiones mineras, tratando de cumplir con las normas de defensa a los recursos naturales. Además, haría la consulta previa a la población si estaba de acuerdo o no para que alguna empresa minera se proyecte en su localidad.

¿Por qué ahora hace todo lo contrario? La intervención constante de la Confiep puede ser una de las respuestas.Mas aún, la misma oposición (Apra – Fuerza 2011) parece estar detrás de las decisiones políticas mineras, incluyendo Conga, buscando beneficiarse y ocultando los contratos hechos por el Gobierno de Alan García. Esto se demostró cuando lograron la renuncia de Javier Diez Canseco a la Mega comisión Anticorrupción, la separación con Perú Posible y el cambio de gabinete, con la renuncia de Salomón Lerner.  

Nos hemos dado cuenta que Ollanta Humala, ahora maneja otra hoja de ruta.En efecto, ver a un presidente condescendiente con quienes eran sus opositores, condecorar a Bedoya Reyes sin entender el porqué de esta premiación a un ideólogo distinto a él, codearse a quienes investigaría, no apoyar a la comisión de investigación y ahora, permitir la ejecución de Conga.
Por otro lado, se percibe (Una vez más) como los pobladores de Cajamarca serán los que sobren y tendrán que “bailar” en todo esto, ya que tendrán que defenderse y evitar que mueran por la contaminación de Yanacocha, sus lagunas, ver secar ríos, matar plantas y la población tomando agua de calidad 3 (agua para riego, animales y que las mineras dicen de que es la aceptable) deja desconcertado porque las frases y mensajes de la minería, argumentando que es progreso y futuro, queda solo en frases ya que al llevar a la práctica mata todo lo que está a su alrededor.

No entendemos la razón de estas decisiones tan perjudiciales para Cajamarca; acaso ¿habrá beneficios a futuro para terceros por permitir la pérdida de 6 lagunas vitales para la población de Celendín? No comprendemos los argumentos de Ollanta Humala para denunciar a los regidores y dirigentes de esta provincia. Si en algo no estamos de acuerdo es que se prive del derecho a ser escuchado,sino estaríamos hablando de futuras represiones o militarismo.  

El Perú es un país rico en recursos naturales y minerales, pero las malas decisiones están llevando a entrar en conflictos sociales que si no se solucionan ( como reforzar el diálogo), nos llevaría a tener noticias tan desastrosas como lo ocurrido en Bagua. Amén.